¿Qué es lo primero que hacíamos cuando íbamos a dar una serenata en nuestros 20s?
Lo primero que yo hacía, era llamar a un amigo, “camine me acompaña”. Por más que el objetivo de una serenata fuera el de conquistar a una persona, relación bilateral, íntima, siempre buscamos respaldo.
Escribiendo esto hoy, hubo una serenata que se me viene a la cabeza, no fue mía, fue de un amigo muy especial, el cual sigue, por fortuna estando presente y rondando en mi vida.
El caso es que nos vamos a dar la serenata, creo que mi tarifa por la compañía fue la misma que todos cobrábamos, el de la serenata paga el trago. Que barato que nos vendíamos, y que bueno que la pasábamos.
El caso es que la serenata arranca muy bien, y nada que prende la luz, nada que abre la puerta, la memoria no me da para tanto, pero parece que la pelea de estos dos estaba brava.
El caso es que mi amigo, bien recursivo, entra al carro, busca en sus CDs y pone a todo volumen “La Chica Gomela” de los Tupamaros.
Funcionó, no sólo prendieron la luz, no solo abrieron la puerta, salieron todos en esa casa, no en los mejores términos, pero salieron, al fin y al cabo.
¿Esto tiene algo que ver con las empresas?
Tiene todo que ver.
Está en nuestra naturaleza contar con alguien que nos acompañe, que nos dé una segunda opinión, que complemente nuestras competencias y habilidades que no son tan fuertes, o que se encargue de esas cosas que nos liberen para dedicarnos a las que optimizan nuestra forma de agregar valor.
Se puede vender más y mejor. Negociar sin dañar las relaciones, aumentando el beneficio. Comprar de manera eficiente con conexión financiera. Se puede.
Al igual que los amigos a los que recurríamos, necesitamos apoyo en la ejecución, que colaboren, que estén con nosotros, que convenza al celador de que no nos corte la serenata a pesar de la insistencia de los vecinos y nuestra voz desafinada, que cante con nosotros.
No estamos solos, no tenemos por qué estarlo, es cuestión de volver a nuestras raíces, levantar el teléfono y basta con una sola frase:
Camine me acompaña.
Un abrazo,
Miguel Andrés Rozo
Disciplina en la Ejecución
«Más que un tema de capacitar, es de ejecutar a su lado. Vender más y mejor, negociar aumentando el beneficio sin dañar las relaciones, y comprar de manera eficiente con conexión financiera. SE PUEDE»