El Rincón de las Cagadas – David Eguiazú

El Rincón de las Cagadas – David Eguiazú

Tengo claro cuando conocí a David Eguiazú. Fue en el año 2005, uno de los que considero, más improductivos de mi vida profesional, toda una cagada.

Me asignaron al equipo comercial para la implementación de SAP en Pavco, mejor en el Grupo Amanco. Me aburrí como un endemoniado.

Pero, como todo en la vida, hubo cosas muy positivas y de las más importantes fue la gran cantidad de amigos que hice, uno de ellos, David.

Me contaba él, que cuando me dijo que era de Rosario Central, yo le hablé de la historia del gol de palomita de Aldo Pedro Poy, que para mi sigue siendo el símbolo insignia de lo que significa el amor de un hincha por su equipo de fútbol. Esta parte de la historia no la recuerdo muy bien, la de Aldo Pedro si, cuando se la conté a David, no.

Cuando invité a David al Rincón de las Cagadas, me dijo, tengo montones.

Le pregunté ¿Cómo te presento? Su respuesta: David Eguiazú, futbolista (carrilero por izquierda), Ingeniero por defecto, hincha de Rosario Central, padre de 4 varones y emprendedor.

Hoy en día tenemos un Ídolo en común, Miguel Ángel Russo.

David es socio y gerente en Camfive Argentina.

Los dejo con David quien nos habla de cómo cagarla con un cliente al dejarse llevar por las emociones y de lo que son los momentos de verdad que fortalecen las relaciones a pesar de los errores.

1. ¿Cuál es esa embarrada empresarial que hiciste que se te viene primero a la cabeza?

Mandé un audio a la gerente de un cliente, de la cual tenía un montón de juicios y pocas afirmaciones, lo cual, junto al estrés económico que vivimos en argentina, agudizado estos días, hizo que el audio fuera desafortunado.

Algunas de las frases que recibí del cliente:

«Ok, pase la factura cuando sea oportuno. Nadie dijo que sea gratis

Me parece que el timbre del mensaje es un poco inadecuado, siempre se pidieron amablemente las cosas, inclusive la ayuda y soporte técnico.

Nunca le hable de la manera que usted se dirige a mí en ese mensaje».

2. ¿Cuál fue tu primera reacción cuando sucedió, cuando dijiste la cagué?

Dije textualmente: «¡qué boludo que soy!»

3. ¿Cómo lo solucionaste?

Mandé un audio pidiendo disculpas, lo acompañé de un texto de igual tenor y le pedí la posibilidad adicional de pasar en la semana a disculparme personalmente por la torpeza

4. ¿Cómo lo hubieras podido evitar, qué aprendizaje encontraste?

Que debo basarme en afirmaciones y no juicios, ser muy cuidadoso en la forma de comunicarme con el cliente, principalmente si es para un tema complicado.

5. ¿Hay alguna herramienta, libro, curso o consejo que encontraste después en el camino que te llevó a pensar, si hubiera sabido esto antes de?

Particularmente en este caso tengo sobrada experiencia para aconsejar sobre cómo hacerlo. Pero me dejé llevar por un impulso.

La ventaja es que creo que todo terminó bien. Y entiendo que al reconocer errores y pasar la próxima semana afianzaremos mucho más la relación. Mejorará respecto a cómo estaba.

Me puedes dejar tus comentarios o enviárselos a David. Mi consejo, no actúes sobre tus emociones, mete tiempo en la mitad y utiliza tus cagadas para fortalecer la relación.

Un abrazo apretado,

Miguel Rozo

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