En la época pre-pandemia cuando me la pasaba con el pasaporte en el morral del computador, en uno de esos viajes, al calor de un café caliente, me preguntaron:
¿Qué es lo mejor que tiene Colombia? Sin dudarlo respondí: Nuestra gente.
Inmediatamente me lanzaron otra pregunta, ¿Qué es lo peor que tiene Colombia? Ahí sí dudé. Terminé respondiendo: Nuestra gente.
Esa conversación de ese día se me ha venido mucho a la cabeza todos estos días con todo lo que está pasando en nuestro país.
Indudablemente es un gran país, con una pujanza, un don de gentes, una amabilidad, me encanta ese buenos días de por las mañanas de todos con quien me cruzo. Vivimos con y tenemos mucha alegría, independientemente de lo que nos toca vivir y nos ha tocado vivir.
Pero, esto que está sucediendo es un reflejo de uno de nuestros grandes problemas como sociedad, la culpa es de la vaca.
Qué fácil es señalar. Se culpa al Gobierno, se culpa a los que salen a marchar, se culpa a los empresarios, se culpa al Congreso, se culpa al que se manifiesta a favor, se culpa al que se manifiesta en contra, a los medios, a los deportistas, a los artistas.
No estoy disculpando a ninguno, todo lo contrario.
La realidad es que todos somos responsables
Me surge la pregunta ¿Qué estamos haciendo cada uno de nosotros para que la situación cambie?
En un análisis bien racional, tenemos una increíble cantidad de corrupción en el Gobierno y en el Congreso, muchos funcionarios públicos que improvisan, una parte importante de nuestra población que convive sin problema con la corrupción, una parte importante de la población que se pasa las leyes por la faja, no hay respeto por la autoridad, no hay respeto de la autoridad por la población.
Mucha basura política en la derecha, en el centro y en la izquierda, pero solo señalamos al de la otra orilla. Así como hay grandes cosas en cada lado, también hay mucha basura. Mucha.
Es lo que hay, al menos como yo lo veo.
¿Qué hacer? Yo actuó en mi pedazo y asumo mi responsabilidad, estoy comprometido en construir desde allí y mantengo la esperanza de que si varios hacemos lo mismo, el interés compuesto de nuestras acciones nos va a llevar a tener un mejor país.
Empecemos por no señalar, Carlos Morett lo dijo a través de un vídeo que se volvió viral, cuando señalamos con el dedo índice a algo, a alguien, quedan 3 dedos que nos señalan a nosotros mismos.
¿Quiénes se unen a construir desde su pedazo? ¿Alguien dijo yo?
Feliz fin de semana.
Miguel Andrés Rozo