Se viene la Feria del Libro 
de Bogotá, uno de los eventos, por los que yo, disfruto vivir acá.
Pensando en esto, te voy a contar desde las tripas y mis miedos, lo que fue escribir un libro.
Es probable que, si lees este artículo con atención, encuentres muchos aprendizajes para cualquiera sea el proceso que estás llevando.
Cuando tomé la decisión de escribir el libro, dije, bueno, al menos si o si lo van a comprar mi Mamá y mi Hermana, lo que nunca pensé fue recibir comentarios como este:
«Miguel soy Victor XXZZ de la Ciudad de Cali, leí tu libro Solucionar más que Vender y la verdad te escribo para agradecerte mucho por ese conocimiento, me ha ayudado un montón, algún día deseo conocerte y que puedas venir a nuestra empresa y hablarle a nuestro equipo que vean que tus consejos nos van a hacer crecer y que si pensamos siempre en el valor que podemos dar al cliente, antes que el dinero que podemos ganar siempre van a confiar en nosotros».
Gracias Víctor.
Si no has comprado el libro, hazlo acá 
Solucionar más que Vender
Decidí escribir el libro por un conjunto de coincidencias.
Reunido con uno de mis clientes me dice, cuando terminemos el trabajo, ¿dónde encuentro toda la información recopilada de lo que vimos para seguir manteniendo vivo el concepto?
Siguió, ¿en qué libro o vídeo lo encuentro?
Mi respuesta, dentro de mi conocimiento, no existe.
A lo que exclamó 
, pues no sea tan pendejo y escriba uno.
Esa misma semana, estando en casa con mi esposa, me hizo un comentario:
¿Cómo vas a hacer para llegar a esas personas y empresas que necesitan vender mejor y que no tienen acceso a ti?
Se me vino a la cabeza la idea 
del libro.
Y al día siguiente, me llega un mensaje de Marcel Verand, a quien, recomiendo enormemente, que decía, te ayudo a escribir tu primer libro.
Como dice Borja Vilaseca, las coincidencias no existen.
Manos a la obra.
Lo primero que hice fue pegar una hoja escrita a mano en la pared de mi oficina que decía literalmente:
«Un libro sin cháchara».
Leo un montón de libros de negocios, pero siempre he sentido que les sobra más de la mitad, tienen mucho relleno, como si tratarán de engordarlos.
Comencé, siguiendo los lineamientos de Marcel.
Lo primero hacer un índice, luego escribir los capítulos centrales y rematar con la introducción y el prólogo.
Me demoré 14 meses escribiéndolo, pero tengo que aceptar que me escondí unos 3 o 4 meses donde escribí muy poco.
Hoy en día, mirando hacia atrás, me di cuenta de que me detuve por miedo 
a exponerme, a que me cuestionaran, a que fuera un chorro de babas.
Miedo a mostrar mi vulnerabilidad. 
Una vez terminado, no había nada terminado, me faltaba un nombre, diseñar una portada y elegir quién iba a escribir el prólogo y el epílogo.
Me decidí en el prólogo por Caro Astaiza, la conocí cuando la invitamos al podcast doERs y su concepto sobre la gente fue algo que conectó conmigo de inmediato. Javier Prada, un amigo a quien admiro, hizo el epílogo.
En el proceso te recomiendan aprovechar esto para relacionarte con gente que te ayude con tus objetivos, no hice caso, decidí hacerlo con personas con quienes yo conecto.
Con el nombre y la portada Marcel me ayudó un montón, tiene un equipo increíble con un crack, David Manangón.
Un consejo que no me estás pidiendo:
No le pidas su opinión a tus familiares ni amigos. No saben nada y además te quieren proteger. O no vas a avanzar o vas a salir con algo más que conservador.
Dentro del proceso me invitó una editorial a publicar el libro con ellos, les di el manuscrito y les gustó, pero el contrato era tan absurdo, que decidí pasar. Aunque sufrí al tomar la decisión.
Al final todo depende de tu objetivo 
, hoy siento que fue una buena decisión no haber firmado con ellos. Si te gusta vender, hazlo por tu cuenta, si no, déjalo en manos de una editorial.
Si eres García Márquez… ¿Qué haces perdiendo el tiempo leyendo esta newsletter?
Luego viene el lanzamiento, el miedo de que nada salga bien, mi cerebro reptiliano queriendo cuidarme.
Finalmente, lograr la meta de ventas online y volverlo Best Seller en Amazon, hubo un momento que hasta Solucionar más que Vender superó al Príncipe Harry.
Posterior a todo esto me contacté con una nueva editorial en condiciones diferentes y ya es parte de su colección y lo he visto en las librerías en Colombia.
Escribir un libro es cómo correr 
una maratón, muchos lo han hecho, pero si lo miras porcentualmente, somos pocos.
Un proceso que valió todo el esfuerzo.
Lo que más me gusta de esto es ver cómo sin darme cuenta el libro le ha ayudado a mucha gente en muchos negocios.
Esto no tiene precio.
Espero que si lo leíste, este haya sido tu caso.
Si vas a la Filbo, por ahí nos vemos en uno de sus rincones.
Si no has comprado el libro, hazlo acá Solucionar más que Vender
Un abrazo apretado,
Miguel Rozo